Al finalizar las casetas de Los Pajares, el amplio camino en descenso sigue paralelo al dique de los Riscos y la carretera que desde San Esteban lleva a Los Santos. Entre jaras, bardas, algún alcornoque y roble melojo el viajero se acerca al soberbio mirador de la Cruz del Monte. A sus pies, tierras de viñedo, olivar asociado, frutales, alguna pradería y los núcleos de San Esteban y Santibáñez en la umbría y la solana respectivamente del monte del Castañar. A mayor distancia, dispersas ubicaciones de poblaciones serranas y las cumbres señeras de este territorio donde la Peña de Francia se eleva como sacro pedestal.
A la derecha del viajero, un estupendo robledal, el robledal del Bardal y la sucesión de paredones que desde esta demarcación ascienden entre graníticas formas hasta el pago de la Dehesa.
A la izquierda adivinamos las localidades de Cristóbal y Valdefuentes de Sangusín; al fondo, observamos la impresionante Sierra de Béjar, techo de la provincia salmantina.